Fútbol del Ayer: Enrique el “Maestrito” Raymondi
Empezó su carrera como futbolista en el Patria de Guayaquil, ahí quedó campeón y goleador del campeonato de Guayaquil, en 1958 llegó al Club Sport Emelec por recomendación de Carlos Raffo.
Enrique Raymondi, integrante de la fabulosa delantera de los ‘Reyes Magos Azules’, le decían el “Maestrito”. La metía desde cualquier posición, y tiene un récord que lo mantiene hasta el día de hoy, el de marcar cinco goles en un partido. Mismo que le encajó a la Universidad de Chile en 1965 por la Copa Libertadores de América. Hijo de un crack del fútbol nacional, Raymondi fue seleccionado nacional, y en 1958 pasó al Emelec que pagó por él una suma elevada de dinero; era un jugador fino y elegante. Rápido y temible en el área chica, encajó perfectamente en el fútbol musical y preciosista del bombillo.
El ataque millonario estaba integrado por José Vicente Balseca, Carlos Pineda, Carlos Raffo, Enrique Raymondi y Alberto Mera. En 1962 nace “El Ballet Azul” y surgen como un hechizo “Los Reyes Magos”. Emelec disputa en 1962 la Copa Libertadores de América o torneo de clubes campeones de Sudamérica y se refuerza con Hugo Mejía, Luciano Macías, Vicente Lecaro, Pedro Gando, José Merizalde y José Aquiño.
Van a Santiago y cae por 3-0 ante Universidad Católica, la prensa chilena ridiculiza al equipo eléctrico y anticipa otra goleada en Guayaquil. Al Ecuador llega la Universidad Católica de Chile tras empatar con los Millonarios en Bogotá, pero antes lo había vencido en Santiago por 4 a 1. Un empate ante Emelec y estaba clasificado, el partido histórico se juega el 21 de febrero en el estadio Modelo, el puntero izquierdo Ramírez en 17 minutos anotó dos goles y la gente en silencio solo esperaba la goleada. Vicente Lecaro descuenta de tiro penal y aparece ‘El Maestrito Raymondi’ como un showman del gol.
Hace cuatro goles en seguidilla en un alarde de sapiencia y codicia. Villarroel descuenta de penal, entre los 29 y 43 minutos le hace un rosario de cuatro goles con un estadio enloquecido de alegría. Se va Bahrends y entra Fernández en la portería de Universidad Católica de Chile, Jorge Bolaños le hace un gol de fantasía y finalmente Raymondi anotó el séptimo gol y el quinto de su cosecha, para un marcador de 7-2 para consumo de incrédulos; pero más que que la goleada en ese partido, se estableció un guarismo que será muy difícil de superar, y es anotar cinco goles en un partido de Copa Libertadores de América.
Por Jorge Novillo
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