Fútbol del Ayer: Miguel Adolfo “el flaco” López

Gran centrodelantero paraguayo que triunfó en el fútbol ecuatoriano. Nació en la capital, Asunción, el 20 de septiembre de 1954. Era un conquistador perenne de las redes, con sus 1.90 de estatura era un artillero que generaba respeto y temor; un flaco alto, con pinta de pívot de baloncesto, totalmente eficiente en las 18 yardas para resolver. Vivía con ellas un prolongado romance con el gol, en el juego por elevación era temible, pues además de su altura, saltaba muy bien y cabeceaba con enorme eficacia; pescaba, llegaba al puntillazo final. En otras palabras, fue durante muchos años el grito de gol everiano, hasta 1982, temporada en la que pasó al 9 de Octubre de la ciudad de Guayaquil, y también tuvo un paso en el Centro Deportivo Olmedo de Riobamba en 1985.

Debutó en primera división del Sportivo San Lorenzo de su ciudad natal, donde prestó sus servicios durante cuatro temporadas, en 1976 jugó por Guaraní y Libertad, algunos amistosos clubes que al final no pudieron contratarlo. Ramón Rodríguez, ex técnico de las selecciones paraguayas, recomendó al “Flaco” su adquisición a los directivos del CD Everest de la ciudad de Guayaquil a principios del año 1977. En esa primera temporada marcó 21 goles, en el certamen de 1978 convirtió 26 goles, y en 1979 anotó otros 21 goles.

Antes de partir para el Ecuador, tenía ofertas para jugar en el fútbol español, pero prefirió jugar en el fútbol ecuatoriano, ya que varios compatriotas estaban triunfando como Apolinar Paniagua, José Domingo Infrán Darío Armoa, etc. Por muchos años fue figura importante en el Everest, fue un lujo de goleador durante muchos años, era una gacela en el área y se elevaba con impresionante destreza; como gran artillero era virtualmente aerodinámico, un grande del fútbol y goleador de raza que quedará para la historia en el ‘Ciclón de la Montaña’.

Por Jorge Novillo